¿Me recibes? Cambio. ¡Te recibo! Cambio y corto.
Hablar por walkie talkies siempre es divertido. Y ahora tenemos un juego de cartas en el que, como con los walkie talkies, también podremos usar las palabras cambio y corto, dentro de un juego frenético, de partidas rapidísimas, donde tendremos que ser muy rápidos pensando palabras con la mayor rapidez mental posible.
Esta es la reseña de Walkie Talkie, un juego de mesa que pertenece a la línea de juegos de bolsillo “Devir Pocket“, de la editorial Devir. Para 2 a 8 jugadores, para jugar a partir de 8 años de edad.
Tabla de Contenidos
Datos básicos
- Editorial: Devir Iberia
- Línea de juegos: Devir Pocket
- Autores: Sheila Santos, Israel Cendrero
- Arte: Meeple
- Duración de una partida: de 1 a 4 minutos (30 segundos por cada jugador que juegue)
- Edad: +8 años
- Cantidad de jugadores: de 2 a 8 jugadores
- Tipo de juego: familiar, cooperativo, party game, velocidad
Devir Pocket, nueva línea de juegos de bolsillo
El juego que reseñamos en este post pertenecer a la línea de juegos Devir Pocket, una colección de juegos de pequeño formato, económicos y con reglas que se explican en 5 minutos. En la fecha en que se publica esta reseña, esta nueva línea cuenta con 3 juegos de cartas sencillos, rápidos y divertidos: Ouch!, Walkie Talkie, y Veggies.
¿Qué contiene el juego?
“Walkie Talkie” contiene un mazo de 50 cartas. Todas ellas tienen un lado con una letra y un lado con un color. También contiene pequeños folletos con las reglas, en varios idiomas.
¿Cual es el objetivo del juego?
En Walkie-Talkie nadie gana o pierde; simplemente se puntúa. Es un juego cooperativo donde obtendremos una puntuación al final de cada partida.
Cuando acabamos cada partida, apuntaremos los puntos en la tabla de puntuación que viene en la contraportada del manual de reglas. Y así podemos ir viendo si vamos superando nuestros propios récords, comparando con puntuaciones de partidas anteriores.
El incentivo de cada partida será ver si somos capaces de superar nuestra mejor puntuación histórica.

Preparativos
Primero, barajad el mazo de 50 cartas. Luego lo separáis en dos mitades del mismo tamaño, aproximadamente (no hace falta que cada mazo tenga exactamente 25 cartas; hacedlo a ojo). Luego, a uno de esos 2 mazos, le dais la vuelta, y volvéis a juntar los dos mazos y barajarlos bien.
Vamos, que lo que queremos es tener un único mazo que tenga la mitad de las cartas con letras y la otra mitad con colores.
Del mazo ya barajado cogemos las 2 primeras cartas y las ponemos en medio de la mesa, haciendo que una carta sea letra y la otra un color (si no sale así de forma natural, girad una de las dos para que quede así).
Luego, repartid a cada jugador 6 cartas, sin girarlas en ningún momento. Y estableced el tiempo que durará la partida, que siempre será de 30 segundos por cada jugador que participe (así, para 5 jugadores, la partida durará 2 minutos y medio, por ejemplo).
Y con estos preparativos tan rápidos, solo falta poner un cronómetro (en el móvil, por ejemplo) con la cuenta atrás del tiempo de la partida, ¡y a jugar! Es un juego de velocidad, así que no tenéis que perder ni un segundo.
¿Cómo jugar?
Al contrario que lo habitual en juegos de mesa, este juego no va por turnos, si no que todo el mundo juega a la vez. El objetivo de cada jugador es quedarse sin cartas en la mano lo antes posible, es decir, quitarse las 6 cartas con las que empieza la partida. Para quitarse una carta, un jugador tendrá que dejar una de sus cartas en la mesa (si es letra, encima de la letra que ya hay; y si es color, encima de la carta con color que ya hay). Entonces el jugador ha de decir en voz alta un objeto, animal, persona… que empiece por la letra del medio de la mesa, y que además esté relacionada con el color que tiene al lado.

Ejemplo:
Lucas ha lanzado la letra M en medio de la mesa y ha dicho en voz alta “Mar”. Como empieza por M, y el mar es azul, todo el mundo lo da por válido y Lucas ha conseguido quitarse una carta.
Se vale decir cualquier cosa excepto el nombre de un color, o palabras que ya hayan salido en la partida. ¡Ah! y hay que decir cosas que tengan sentido. Para ello, el resto de jugadores tiene que aceptar cada palabra que se diga. Si la palabra se acepta, el jugador deja la carta en medio de la mesa y sigue jugando, pero ya con una carta menos. Si no, no podrá dejar la carta y tendrá que mantenerla en su mano, e incluso sufrirá una penalización.
Ejemplo:
Siguiendo la foto anterior, Lucas ha lanzado la carta con la letra M y ha dicho en voz alta “Mono”. El resto de jugadores deciden que no, eso no vale, los monos no son azules.
Si en algún momento no sabemos qué decir, se puede decir en voz alta “Cambio” y “Corto”:
- Cambio: hace que todos los jugadores volteen todas las cartas de su mano. Así, todos tendremos unas letras y colores diferentes.
- Corto: cada jugador pasa todas sus cartas al jugador de su izquierda.
Fin de la partida y puntuación final
La partida termina cuando acaba el tiempo, o cuando todos los jugadores se han descartado de todas sus cartas (pero lo normal será que acabe por tiempo). Entonces llega el momento de contar los puntos totales de la partida (recordad que no puntúa cada jugador; si no que es una puntuación total de todos, cooperativamente).
Tras terminar la partida, contad el número de asteriscos que muestren las cartas de letra que habéis jugado entre todos. Es decir, de las cartas sobre la mesa.
A esa suma hay que restar -1 punto por cada carta que tenéis en las manos (las que no habéis conseguido jugar).
La puntuación final será, por tanto, el número de asteriscos conseguidos menos el número de cartas no colocadas.
Apuntad la puntuación final en la tabla de puntuaciones y comparad con resultados anteriores. ¡El objetivo siempre es conseguir vuestra mejor puntuación histórica!

Comentarios
Otro juego más de la línea “Devir Pocket“, cuya premisa principal es que son juegos muy económicos (10 euros), rápidos de explicar, y rápidos de jugar. En el caso de Walkie Talkie, lo de “rápidos de jugar” llega a su máxima expresión, puesto que las partidas difícilmente pueden ser más cortas. Para 4 jugadores, tan solo 2 minutos. ¡Y si jugáis en pareja, solo 1 minuto! Así que es de esos juegos que piden jugar, al menos, cuatro partidas seguidas, si no son más.
El juego es sencillísimo de entender y explicar: simplemente hay que saber que hay que ir diciendo cosas, animales, nombres… que comiencen por una letra y tengan relación con un color. Eso sí: no es tan fácil de jugar. Ya en el momento de la partida, con la tensión de que hay poquísimos minutos para quitarte todas las cartas, veréis como cuesta pensar esa palabra que necesitamos para descartarnos cartas. Eso sí: la sensación que se tiene con cada carta descartada es de triunfo total.
El juego no es para niños muy pequeños porque hay que tener cierta destreza con el vocabulario, rapidez mental, etc. La edad indicada de +8 años está bien, pero no jugaría con niños más pequeños.
Lo veo perfecto como party game, es decir, juegos para reuniones familiares o con amigos, para poder jugar muchas personas a la vez, hasta 8, nada menos. Y al ser de cajita pequeña no costará nada llevarlo encima.
Si este juego te llama la atención, puedes comprarlo en tu tienda local de confianza, o también lo tienes en Amazon: