Cómo hacer un poco de espacio de manera responsable

Hay una ley universal que se cumple en toda casa con niños: en pocos años (o incluso meses) se nos va a llenar de cosas. Juegos y videojuegos, ropa, libros y cuentos… vamos a acumular gran cantidad de cosas que, con el paso del tiempo, tendremos que acabar dando salida.

En un mundo donde por fin se empieza a tomar conciencia de la importancia de la reutilización y el reciclaje, aquí te damos algunas ideas de cómo sacarte de encima algunas de estos objetos dándoles una segunda vida e, incluso, en ocasiones, sacando algún provecho económico.

El mercado de segunda mano

El mercado de productos usados está, desde hace unos años, en pleno crecimiento. Y es normal. Más allá de la sostenibilidad, lo cierto es que con peques en casa el desembolso económico es muy grande. Así que es normal que, pasado un tiempo, queramos recuperar una parte de esa inversión inicial.  Para ello existen plataformas como, por ejemplo, momox, que te permiten vender algunas de estas cosas: esos videojuegos que ya les aburren por ser demasiado simples, esos libros para primeros lectores que ya no van a necesitar más a medida que se hacen mayores, CDs con música infantil que ya no les motiva como antes… Y por qué no, con el dinero que recuperamos podemos invertir en otros entretenimientos más adecuados para su edad.

Por otra parte, para los que les guste compartir experiencias y aficiones con otras personas, existen en la actualidad, en multitud de ciudades, mercadillos de segunda mano donde muchos aficionados y coleccionistas se reúnen para el intercambio de cosas que, con el paso del tiempo, se han convertido un poco en objetos especiales o “de culto”. Hablamos, por ejemplo, de cartas y figuras de rol, de videojuegos clásicos e incluso cromos, entre otros muchos.

La opción de la donación

Una de las opciones más fáciles y sencillas para hacer espacio en casa es preguntando a nuestro alrededor: a la familia, amigos, padres y madres de la escuela, vecinos… Es posible que cosas como ropa, juguetes, bañeras o cochecitos puedan sacar a personas de nuestro entorno de más de un apuro.

Por otra parte, existe una gran cantidad de asociaciones sin ánimo de lucro que se dedican a recoger muchas de estas cosas para familias con pocos recursos. Si bien algunos productos como videojuegos o CDs son algo más complejos de donar porque implican que la persona receptora disponga de una consola o un reproductor de música para disfrutar de ellos. También hay productos de primera necesidad, como por ejemplo la ropa, que pueden resultar de gran ayuda para muchas familias. Hay que tener en cuenta que, a menudo, tenemos prendas con muy poco uso, dado que los niños crecen muy rápido, y que pueden tener aún una larga vida útil. Los juguetes y juegos pueden encontrar también una buena salida en la donación, haciendo felices a muchas familias.

Son muchas las entidades que recogen estas donaciones para distribuirlas entre las familias, como Cruz Roja o Cáritas. Lo más recomendable es que a la hora de decidirte investigues un poco qué entidades en tu pueblo o ciudad trabajan en este ámbito y reciben pues, donaciones de este tipo.

Y cuando ya no sirven para nada…

En ocasiones algunas de estas cosas están prácticamente inservibles y no se les puede dar salida ni vendiéndolas ni donándolas. En ese caso, tenemos varias opciones:

–          Planear manualidades reciclando algunos de estos objetos. Existe una gran cantidad de vídeos y artículos en la red con grandes ideas en las que se pueden aprovechar muchas de estas cosas. Estas pueden tener un gran valor pedagógico, ya que permiten desarrollar habilidades manuales, la lógica, la paciencia o la creatividad. Además, es una buena manera de compartir tiempo de calidad con los niños.

–          Si no somos muy creativos y necesitamos igualmente deshacernos de algunos trastos, es importante informarnos de cómo debemos desecharlos. Por ejemplo, ¿sabías que los CDs y DVDs no deben tirarse en el contenedor amarillo? Estos deben llevarse a un punto limpio, donde se podrán gestionar correctamente.

En definitiva, son unas cuantas las opciones que tenemos a mano a la hora de dar salida de manera responsable a muchas de las cosas que nuestros hijos ya no necesitan o disfrutan. Ya sea alargando su vida útil o desechándolas correctamente, es necesario buscar soluciones sostenibles que nos permitan mantener algo mejor la ya dañada salud de nuestro planeta.  

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