En este artículo vamos a contar cómo jugamos a carreras de cochecitos en casa con dados de rol. Y es que lo habitual es que los niños jueguen con estos coches lanzándolos a lo bestia, a ver hasta dónde llegan. Y eso en una casa básicamente consiste en ir reventándolos contra las paredes. No es nuevo: hace 30 años ya jugábamos así todos los niños: lanzándolos con todas nuestras fuerzas.
Pero hemos “inventado” un sistema más pacífico y que mis paredes están agradeciendo. También nuestros órganos auditivos, por cierto. Se juega con dados de rol y un metro (de papel o tela vale… sí, los de IKEA sin ir más lejos).
Ojo, que no es ni un sistema. Es sencillo a más no poder. Pero solo por haber conseguido que jueguen de forma más relajada, vale la pena.