Desde los juegos de mesa más clásicos, algunos con casi 70 años de vida, a videojuegos de última generación o juegos online; la oferta es interminable para disfrutar estas navidades en el calor del hogar.
No cabe duda de que lo primero que se le pasa por la cabeza a un buen friki que pasa de los treinta son los juegos de mesa. Cuántas horas interminables hemos pasado en el fragor de una batalla de dados, conquistando el mundo o creando nuestra propia ciudad.
En la actualidad, la oferta de juegos de mesa es interminable. Cada día salen proyectos creativos en plataformas de crowdfunding como Verkami (algunos de ellos verdaderamente geniales) y la ingente cantidad de nuevos juegos que encontramos en tiendas especializadas es inabarcable. Sin embargo, los clásicos continúan ahí, tanto en los neófitos como en los avezados.
El Risk es uno de esos juegos. Creado en 1950 por Albert Lamorisse y comercializado en 1958 por Parker Brothers, se ha convertido en juego de cabecera de cualquier friki que se precie. El Risk es un juego de batallas, que en un principio evocaba las llevadas a cabo por Napoleón pero actualmente cuenta con innumerables versiones, con temáticas tan diferentes como El Señor de los Anillos o Star Wars. Su simplicidad y abstracción, que no pretende simular de forma realista la estrategia militar, lo hacen entretenido y muy adictivo.
Los colonos de Catán es otro de los juegos que no puede faltar. Creado por Klaus Teuber, es probablemente uno de los primeros juegos de “estilo alemán” que ha alcanzado popularidad en todo el mundo, siendo galardonado en multitud de ocasiones. El objetivo del juego es construir pueblos, ciudades y caminos, en un tablero que cambia en cada partida. Lo que sin duda ha hecho de Catán (como se le llama habitualmente de forma resumida) un juego imprescindible, es que su mecánica es sumamente simple, por lo que la curva de aprendizaje es inclinada y elevada, es decir, muy fácil de comprender; pero su dinámica es bastante compleja, y cuanto más sepan jugar los diferentes participantes, más enjundia tendrá el juego.
No cabe duda de que tanto los juegos de mesa como los juguetes educativos son una excelente opción para disfrutar de estos días de Navidad.
“Catán” por Dimitrij Rodionov, CC BY-SA 3.0
Otra alternativa son las plataformas online. A día de hoy, la oferta de juegos gratuitos online también es inabarcable. Dependerá un poco de cuál es tu preferencia y cuáles son las temáticas o tipos de juegos que más te gustan.
Existen páginas, como juegos.com, en las que tenemos a un solo clic cientos de juegos de todos los tipos completamente gratuitos. En este caso es una cuestión de probar hasta que encontremos lo que estamos buscando o algo que nos entretenga. También existen juegos “modo texto”, también conocidos como MUD, como el archiconocido Balzhur, para los más nostálgicos de los 90.
Y, cómo no, llega el turno de los videojuegos. Tanto si tenéis alguna consola como si sois más de ordenador y de Steam, de nuevo la oferta es enorme.
Especialmente en el caso de las consolas de Nintendo, la oferta es muy navideña. A nosotros nos encantan las plataformas y tanto Super Mario como Donkey Kong nos parecen auténticas joyas. Ni qué decir tiene las risas que traen consigo unas buenas partidas de Mario Kart o el precioso mundo en el que nos adentramos con Zelda.
En el caso de consolas como Xbox, PlayStation o de plataformas como Steam, la oferta también es muy amplia: Trine, Rayman, Teslagrad, Super Meat Boy, SteamWorld Dig… si los enumeráramos todos no acabaríamos nunca.
Por supuesto, quedan muchísimas alternativas en el tintero. Desde los juegos de rol a otros tipos de juegos de estrategia, como las miniaturas de Warhammer o las de El Señor de los Anillos, ambas de Games Workshop. Hay todo un universo de posibilidades.
En definitiva, el límite está donde vosotros lo queráis poner y el tiempo que queráis dedicar a encontrar el entretenimiento más adecuado para estas fechas; pero una cosa está clara: los clásicos nunca fallan.
Imagen de cabecera: por Charles Conway, CC0 1.0